Cómo los manuales de CTO me salvaron la carrera (y la salud mental)

Recuerdo perfectamente cuando cursaba Neurología en la facultad.

Cómo los manuales de CTO me salvaron la carrera (y la salud mental)
Cómo los manuales de CTO me salvaron la carrera (y la salud mental)

Cómo los manuales de CTO me salvaron la carrera (y la salud mental)

Recuerdo perfectamente cuando cursaba Neurología en la facultad. Nos querían hacer estudiar de un manual cuyo nombre prefiero no mencionar… no era visual, no era claro, no era fácil. En resumen: un tocho infumable. Saturado, me hice una pregunta clave:
¿Y si dejo este suplicio y mejor estudio con el manual de CTO?

Un cambio radical

Empecé casi por curiosidad. Abrí el manual de CTO con algo de escepticismo... y para mi sorpresa, todo era más visual, más ordenado, más entendible. Avanzaba sin atorarme, y aunque las páginas eran largas, no se sentían pesadas. No solo estaba aprendiendo más rápido, también estaba recuperando mi paz mental.

¿El resultado? Un 9 en el examen. Hasta ese momento pensaba que los CTO eran “útiles”, pero ahí fue cuando supe que eran esenciales.

Aplicando la filosofía CTO en México

Ya en los últimos años de la carrera, empecé a aplicar esa misma lógica a todas las materias donde el material no me ayudaba: cuando el profe explicaba mal, cuando los apuntes eran un desorden, o cuando querían que leyéramos libros gigantes tipo Harrison. Los CTO me ayudaban a visualizar, a organizarme y, sobre todo, a entender qué cosas eran claves para el ENARM.

Más que un manual, una guía confiable

Con el tiempo, esos libros que antes veía como un "extra" se volvieron parte esencial de mi estudio. Son claros, visuales y te guían directo a lo importante. Y sí, fue una de las razones por las que decidí quedarme con CTO también para prepararme en serio para el ENARM.